"Mi madre siempre me dijo que no había monstruos. No de verdad. Pero existen"

 

 

El 25 de mayo Alien se estrenaba en los cines de Estados Unidos. La promoción había sido incesante pero a la vez muy discreta, apenas se había contado nada acerca de ella, tan solo se había podido contemplar un huevo con una luz verde saliendo de su interior. El estreno más reciente había sido La Guerra de las Galaxias, una "space opera" colorida y aventurera. Pero los espectadores se toparon con algo muy distinto  a lo  que podían imaginar.  En uno de los puntos de giro más recordados de la historia del cine, al tripulante Kane le sale un alienígena del pecho, lo que provocó que algunos espectadores vomitaran o tuvieran que abandonar la sala. Esta idea, cercana a una de las más aterradoras pesadillas, había motivado el interés de David Giler y Walter Hill por producir la película.

 

El éxito de Alien dio paso a una serie de exitosas secuelas para acabar dando forma a un universo imaginístico único en el género de la ciencia ficción. A diferencia de lo que ocurre actualmente con los blockbusters más taquilleros (como por ejemplo, al universo cinematográfico de Marvel), la saga de Alien tuvo dificultades para levantar cada una de las películas, por lo que fueron escritas como cada una de ellas fuese la última. Sin duda alguna este hecho benefició la calidad de los guiones al concebir cada una de las historias como única y cerrada (una estructura dramática completada).

 

Así, pues, el universo cinematográfico de Alien se caracterizó por traer en cada proyecto un director joven, con ideas innovadoras para hacer evolucionar a sus personajes. Una vez perdido el factor sorpresa de la primera entrega se debían buscar nuevas estrategias narrativas para contar sus historias sin pertenecer a un molde genérico o sistemático. Esa es la principal virtud de esta saga; ofrecer planteamientos distintos y únicos en cada una de ellas, además de aportar nuevas vías de desarrollo a su protagonista. No obstante, este planteamiento también produjo cierta incoherencia e irregularidad entre las entregas de Alien 3 y Alien: Resurrección.